Manual de instrucciones de Samsung WF45R6300AV

Puede haber varias razones por las que su lavadora Samsung no lave. Estos son algunos de los posibles problemas que debe comprobar:
1. Alimentación eléctrica: Asegúrese de que la lavadora está correctamente enchufada y recibe corriente. Compruebe el disyuntor o la caja de fusibles para asegurarse de que no hay ningún disyuntor disparado o fusible fundido.
2. Suministro de agua: Compruebe si el suministro de agua de la lavadora está abierto y las mangueras de agua están bien conectadas. Si el suministro de agua está restringido o las mangueras están obstruidas, es posible que la lavadora no pueda llenarse de agua.
3. Filtros obstruidos: Las lavadoras Samsung suelen tener filtros que pueden obstruirse con residuos con el tiempo. Compruebe los filtros situados cerca de las válvulas de entrada de agua y límpielos si es necesario. Un filtro obstruido puede impedir el correcto flujo de agua.
4. Puerta/tapa mal cerrada: Asegúrese de que la puerta o la tapa de la lavadora están bien cerradas. La mayoría de las lavadoras tienen mecanismos de seguridad que impiden el funcionamiento si la puerta está abierta o mal cerrada.
5. Códigos de error: Si su lavadora Samsung tiene un panel de visualización, compruebe si se muestra algún código de error. Los códigos de error pueden ayudar a identificar problemas específicos y puede ser necesario ponerse en contacto con el servicio de atención al cliente de Samsung para obtener más ayuda.
6. Componentes defectuosos: Si ninguna de las cuestiones anteriores está causando el problema, puede haber un mal funcionamiento interno con componentes como el motor, la bomba o la placa de control. En este caso, se recomienda ponerse en contacto con el servicio de atención al cliente de Samsung o con un técnico de electrodomésticos profesional para obtener ayuda para la reparación.

La vida útil de una lavadora Samsung puede variar en función de diversos factores como el uso, el mantenimiento y el modelo. Por término medio, una lavadora Samsung puede durar entre 10 y 15 años con un cuidado adecuado y un mantenimiento regular. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esto es sólo una estimación media, y las máquinas individuales pueden tener diferentes vidas útiles.